FAMILIA Y ORIENTACIÓN PROFESIONAL EN NUESTROS DÍAS
septiembre 04, 2019
CUANDO SE ELIGE UNA PROFESIÓN PORQUE NO EXISTEN MUCHAS OPCIONES EN EL MERCADO LABORAL
¿Qué puede hacer la familia para incentivar la orientación profesional de los hijos?
Odalia Llerena Companioni

En cualquier época o latitud la familia constituye la base desde la cual el ser humano construye su identidad y se proyecta hacia el exterior, un asunto tan importante como la selección profesional no escapa a su influencia, mucho más cuando el mundo laboral se ha convertido en un espacio generador de incertidumbres que exceden la mejor formación laboral profesional.
LA SELECCIÓN DE LA PROFESIÓN DE LOS HIJOS EN EL CICLO VITAL FAMILIARCuando se interactúa con familias y se les cuestiona acerca del futuro de los hijos, una aspiración que se repite tiene que ver con su preparación para la inserción en el mundo del trabajo. Para ese momento las familias se preparan a través de los diferentes estadios por los que va transitando, de conjunto con sus miembros. Puede afirmarse que en las familias funcionales una preocupación que les acompaña en cada etapa está relacionada con la inducción de los intereses de los hijos hacia determinadas áreas del conocimiento.
En las primeras etapas del desarrollo individual y a través del juego los niños modelan actividades de los adultos, las cuales permiten una incipiente formación de intereses vocacionales. En algunos casos cuando en la familia se identifican determinadas habilidades en los niños que pueden corresponderse con esas actividades, se dedica tiempo a fomentar intereses hacia ella, puede ser a través de juegos específicos, lecturas, visitas a lugares que se relacionan con esa actividad, etc. En la medida que los niños crecen, se incrementan y diversifican sus intereses y en algunos casos se perfilan mejor los que fueron más estables en las primeras edades. A la entrada de la adolescencia y como resultado de la influencia ejercida por la escuela y el apoyo familiar, cada escolar posee un determinado número de intereses hacia determinadas áreas del conocimiento. Son los intereses vocacionales el primer peldaño que debe ser construido en la escalada hacia el mundo sociolaboral y su atención debe garantizar la formación de habilidades que el futuro trabajador ha de utilizar.
El desarrollo de los intereses profesionales transita por distintas etapas que no están relacionadas con la edad en años del sujeto sino con el nivel de desarrollo alcanzado por éste bajo determinadas condiciones de vida y educación (Situación social del desarrollo). Se manifiesta así la aplicación del principio vigostkiano del carácter rector de la educación, quien se adelanta y conduce al desarrollo psíquico, apoyándose en las potencialidades de los sujetos (zona de desarrollo potencial). Estas etapas transcurren en íntima interconexión y a veces de manera superpuesta, por lo que constituyen tendencias generales que toman en cuenta la situación social del desarrollo, y no un esquema inmóvil.
1- Etapa del desarrollo de unidades psicológicas primarias de un contenido, una operacionalización y un funcionamiento de carácter muy simple referido a una o varias ramas del conocimiento, (Etapa de la formación vocacional general). Estos contenidos tienen un carácter parcial, con una fuerte carga emocional y se relacionan con las aptitudes como premisas anátomo fisiológicas que garantizan el desempeño en la actividad. Esta combinación se manifiesta exteriormente como inclinaciones hacia una o varias esferas del saber que tienen en su base propiedades psicológicas que preparan el camino para un comportamiento, pero no lo movilizan ni regulan. Esta etapa se inicia en los primeros años de la vida escolar y culmina a finales de esta.
- Etapa del desarrollo de sentidos psicológicos integrados por cualidades de la personalidad de relativa estabilidad (motivos profesionales) donde lo cognitivo y lo afectivo se combinan dinamizando la personalidad hacia la búsqueda de un nuevo nivel de relación con el objeto profesional. En esta etapa que se corresponde con la adolescencia aparecen las primeras reflexiones y valoraciones acerca de las profesiones. La manifestación comportamental más común de esta etapa es la elección profesional.
-Etapa de organización de los sentidos psicológicos en niveles complejos de integración (intereses profesionales), que constituyen el nudo profesional de la personalidad, reflejados como vivencias de alto contenido emocional, que orientan al sujeto hacia la búsqueda activa de nuevas relaciones con el objeto profesional y que poseen una unidad interna que es fuente de autoimpulso y transformación, sin que linealmente dependa del objeto. Esta etapa tiene varias expresiones, como valoración, como reflexión personalizada de la profesión, como dinamización de la conducta laboral.
La estructuración de los intereses profesionales en estas formaciones complejas solamente es posible en condiciones educativas. Uno de los retos actuales para los educadores, es encontrar las herramientas necesarias para conectar a la persona con las fuerzas que desde su interior, impulsan el proceso de construcción de saberes relacionados con la adquisición y desempeño en alguna profesión en específico. La motivación que se halla en la propia persona, en estrecho vínculo con otras formaciones personológicas, es quien posibilita un proceso continuo, permanente y auto generado de adquisición de nuevos conocimientos que contribuyen al sucesivo enriquecimiento del quehacer personal profesional. Su educación puede ser una de las herramientas que enlace los intereses individuales con los requerimientos actuales de la sociedad en relación con la formación de profesionales (Llerena, 2013).
Pese a que investigadores como Bravo y Vergara (2018), señalan que la influencia real de la familia al seleccionar la profesión es mínima, apuntando que muchos jóvenes y sus padres toman este momento a la ligera, esta afirmación en sí misma no representa una situación ideal. Llerena, (2008), considera que dentro de los factores sociales que pueden relacionarse con la configuración de la motivación hacia la profesión, la familia se halla en una posición privilegiada por su fuerza afectiva. Se considera que su función educativa exige cada vez más su protagonismo como complementaria de la labor que impulsa la escuela, por tanto, cumple determinadas tareas en la orientación profesional:
- Estimula desde las primeras edades de forma organizada y coherente las inclinaciones de los hijos propiciando a sus miembros, un conocimiento lo más amplio posible de las ofertas educativas existentes que se hallen en correspondencia con sus posibilidades y aspiraciones individuales.
- Da continuidad al trabajo realizado por la escuela para la preparación de los estudiantes con vistas a la selección o desarrollo profesional, ayudando a los miembros en la identificación de sus cualidades individuales en relación con determinada profesión.
-Solicita ayuda profesional cuando no se observa en los miembros correspondencia entre el conocimiento de sí, la exploración de las oportunidades y la toma de decisiones profesionales.
- Contribuye a la creación de condiciones apropiadas para el estudio de la profesión seleccionada: estimulando logros o alentando ante algún fracaso momentáneo.
QUÉ HACER CUANDO LOS HIJOS NO ALCANZAN LA PROFESIÓN QUE DESEAN
Una de las problemáticas que con mayor frecuencia deben enfrentar actualmente los orientadores profesionales, tiene que ver con la falta de correspondencia entre las posibilidades que ofrece el mundo laboral y las motivaciones que poseen sus orientados. Por qué unas personas sienten que todo está contra ellas cuando no alcanzan el trabajo soñado, mientras otras se afanan por adaptarse al trabajo y encontrar en él fuente de satisfacción aun cuando diste de sus sueños iniciales.
Volvemos al inicio, no se trata de preparar a las personas para el manejo de las habilidades necesarias o la elección de una profesión determinada. La orientación profesional debe dirigirse a conectar con el mundo interior de las personas para que ellas descubran cómo manejarse de la mejor manera respecto a una profesión.
Se trata de un asunto por demás complejo que involucra otros aspectos importantes como puede ser el poseer o no determinadas habilidades, sin embargo, sostengo que es la motivación quien puede soportar todo el andamiaje, sin ella es difícil lograr resultados importantes en orientación profesional.
Es común en la actualidad que la entrada a la educación superior en muchos países esté condicionada por la aprobación de un examen de ingreso. Esto provoca que aquellos estudiantes que no alcanzan el puntaje requerido para una carrera determinada deban reorientarse a otra.
Este es un momento que ocasiona grandes cargas de ansiedad a las familias, quienes se realizan varios cuestionamientos relacionados con la vida futura de los hijos dentro de una actividad no deseada, el éxito en ella o su sentida culpa por la creencia de no haberle encaminado en la dirección correcta. Sin embargo, desde mi experiencia personal en la orientación de familias para su tránsito feliz por este proceso, he podido apreciar que existe una tendencia importante en ellas de persistir en la obtención por los hijos de la carrera deseada y pocas se concentran en buscar otras opciones para el desarrollo profesional fuera de esta. Cuando exitosamente se logra la inserción del estudiante en la carrera, todos quedan satisfechos, cuando no es así, pueden desarrollarse importantes sentimientos de frustración en padres e hijos.
Al respecto debe señalarse que la motivación inicial y las expectativas respecto a una carrera universitaria distan mucho de los intereses que se aprecian al egresar de esta. En una investigación desarrollada por Suriá, Villegas, Rosser y Rebollo (2012), se califica de diferentes y poco realistas las expectativas de los jóvenes en la actualidad respecto a sus carreras cuando ingresan a la universidad, lo que puede expresar que los jóvenes no conocen mucho de la carrera en cuestión. Esta investigación encontró diferencias significativas entre la motivación por la carrera al iniciarla y transcurridos tres semestres estudiándola. Esto indica que es posible que la carrera pueda despertar motivaciones importantes movilizando intereses que no existían inicialmente, lo que apunta a desterrar cualquier visión fatalista asociada al otorgamiento de una carrera que no fue considerada por el estudiante como su primera opción. El interés real por una carrera se desarrolla dentro de ella.
Los motivos en la personalidad pueden ser extrínsecos o intrínsecos. Mientras los segundos se orientan hacia el contenido esencial de cualquier actividad, los segundos se orientan por cuestiones que nada tienen que ver con ello. Barnetson y Cutright (1997) y Llerena (2013) en sus estudios identificaron que al ingreso a las carreras universitarias predominan motivos extrínsecos. Llerena (2013) encontró que los motivos profesionales se vuelven intrínsecos en la medida en que el estudiante va transitando por la carrera e incide en ello el propio contenido de las asignaturas, la familia y el grupo de pares.
Es común en la actualidad que la entrada a la educación superior en muchos países esté condicionada por la aprobación de un examen de ingreso. Esto provoca que aquellos estudiantes que no alcanzan el puntaje requerido para una carrera determinada deban reorientarse a otra.
Este es un momento que ocasiona grandes cargas de ansiedad a las familias, quienes se realizan varios cuestionamientos relacionados con la vida futura de los hijos dentro de una actividad no deseada, el éxito en ella o su sentida culpa por la creencia de no haberle encaminado en la dirección correcta. Sin embargo, desde mi experiencia personal en la orientación de familias para su tránsito feliz por este proceso, he podido apreciar que existe una tendencia importante en ellas de persistir en la obtención por los hijos de la carrera deseada y pocas se concentran en buscar otras opciones para el desarrollo profesional fuera de esta. Cuando exitosamente se logra la inserción del estudiante en la carrera, todos quedan satisfechos, cuando no es así, pueden desarrollarse importantes sentimientos de frustración en padres e hijos.
Al respecto debe señalarse que la motivación inicial y las expectativas respecto a una carrera universitaria distan mucho de los intereses que se aprecian al egresar de esta. En una investigación desarrollada por Suriá, Villegas, Rosser y Rebollo (2012), se califica de diferentes y poco realistas las expectativas de los jóvenes en la actualidad respecto a sus carreras cuando ingresan a la universidad, lo que puede expresar que los jóvenes no conocen mucho de la carrera en cuestión. Esta investigación encontró diferencias significativas entre la motivación por la carrera al iniciarla y transcurridos tres semestres estudiándola. Esto indica que es posible que la carrera pueda despertar motivaciones importantes movilizando intereses que no existían inicialmente, lo que apunta a desterrar cualquier visión fatalista asociada al otorgamiento de una carrera que no fue considerada por el estudiante como su primera opción. El interés real por una carrera se desarrolla dentro de ella.
Los motivos en la personalidad pueden ser extrínsecos o intrínsecos. Mientras los segundos se orientan hacia el contenido esencial de cualquier actividad, los segundos se orientan por cuestiones que nada tienen que ver con ello. Barnetson y Cutright (1997) y Llerena (2013) en sus estudios identificaron que al ingreso a las carreras universitarias predominan motivos extrínsecos. Llerena (2013) encontró que los motivos profesionales se vuelven intrínsecos en la medida en que el estudiante va transitando por la carrera e incide en ello el propio contenido de las asignaturas, la familia y el grupo de pares.
Los resultados obtenidos apoyan la idea de que no es necesariamente frustrante ingresar a una carrera que no se valoró como primera opción, ni es determinante para el futuro éxito profesional. Existen otros factores que pueden influir en el éxito del estudiante en la universidad. Barahona (2014) expresa como una de las conclusiones de su estudio que
Si a su hijo -como resultado de un proceso de selección- le ha sido otorgada una carrera que no se corresponde exactamente con sus expectativas, puede apoyarlo para que se informe con relación a ella y su utilidad social. Datos de investigaciones (Bravo y Vergara, 2018) indican que en la actualidad se está abriendo " una lucha entre el bien individual y el bien común entre las jóvenes generaciones de jóvenes que empiezan a comprender la conexión que existe entre sus vidas y el bienestar de otros...(pág. 40). Es precisamente esta razón de causa y compromiso social la que puede servir para que se incentive un interés inicial por una profesión diferente a la soñada. Romper la barrera que constituye una visión distorsionada acerca de una profesión y su utilidad puede ser un punto de avance muy importante, con ello puede estar situándose al joven en el camino correcto.
Conde (2004) comenta acerca de la elección de carrera por moda y opina que este puede ser un factor muy negativo al elegir profesión. Por tanto, es positivo que usted conozca qué factores están detrás del interés manifiesto por el estudiante para seleccionar una u otra profesión.
(...) si bien es cierto que el rendimiento universitario va asociado a un buen dominio en las áreas de pruebas verbal y matemática y a otros factores relativos al estudiante, existen también otros aspectos tales como los hábitos de estudio, la asistencia regular a clases y no menos significativo la actitud positiva hacia la universidad que pueden tener un rol igualmente importante a la hora de analizar los factores asociados al desempeño académico (pág. 37).Si su hijo no alcanzó la carrera que estaba deseando no se lamente, dedique tiempo y esfuerzos si no lo hizo con anterioridad, a identificar qué áreas del conocimiento constituyen su fortaleza y cuáles son sus mayores habilidades, dotado de esas herramientas brinde su apoyo para que reoriente su búsqueda, no en función de sus deseos sino de sus posibilidades, lo que puede otorgar más objetividad a su pesquisa.
Si a su hijo -como resultado de un proceso de selección- le ha sido otorgada una carrera que no se corresponde exactamente con sus expectativas, puede apoyarlo para que se informe con relación a ella y su utilidad social. Datos de investigaciones (Bravo y Vergara, 2018) indican que en la actualidad se está abriendo " una lucha entre el bien individual y el bien común entre las jóvenes generaciones de jóvenes que empiezan a comprender la conexión que existe entre sus vidas y el bienestar de otros...(pág. 40). Es precisamente esta razón de causa y compromiso social la que puede servir para que se incentive un interés inicial por una profesión diferente a la soñada. Romper la barrera que constituye una visión distorsionada acerca de una profesión y su utilidad puede ser un punto de avance muy importante, con ello puede estar situándose al joven en el camino correcto.
Conde (2004) comenta acerca de la elección de carrera por moda y opina que este puede ser un factor muy negativo al elegir profesión. Por tanto, es positivo que usted conozca qué factores están detrás del interés manifiesto por el estudiante para seleccionar una u otra profesión.
Recomendaciones a los padres que deben enfrentar la orientación de sus hijos para la selección profesional
Atendiendo a que en el mundo laboral aparecen cada vez nuevas ofertas que demandan la mayor competencia de quién en él se desenvuelve. Una tarea de primero orden debe estar dirigida a propiciarles un conocimiento lo más amplio posible de las ofertas educativas existentes y que se hallen en correspondencia con sus posibilidades y aspiraciones individuales. De lo anterior se desprende que no puede esperarse a que el (la) joven se halle a las puertas de seleccionar profesión para investigar acerca de las diferentes ofertas existentes en su entorno y compartirlas juntos.
Es bueno que los padres conozcan que la escuela con la orientación profesional que realiza bien sea de forma integrada al currículo o de forma extradocente, contribuye en gran medida a la selección profesional de los jóvenes, sin embargo, es a estos últimos quien corresponde la máxima responsabilidad en dicha elección. En ese proceso los padres pueden brindar un fuerte apoyo individual, pues como todo proceso vinculado al crecimiento la selección de oficio y profesión puede generar crisis emocionales importantes.
Un aspecto en el cual los padres pueden brindar una ayuda importante se refiere a la identificación por parte de los hijos de sus cualidades individuales en relación con determinada profesión, dado que en ocasiones sueñan con profesiones futuras que se conoce de antemano sus habilidades, conocimientos o características personales no le permitirán alcanzar de forma exitosa. Darle apoyo emocional y ayudarle a identificar sus mejores opciones puede ser una fuente importante para la toma de decisiones importantes.
Otro elemento trascendente es la continuidad que se puede producir en la familia del trabajo de orientación iniciado en la escuela, por eso es conveniente que los padres se mantengan sistemáticamente orientados de los pasos que se dan en el centro escolar relacionados con la orientación vocacional-profesional de los hijos. En ocasiones la escuela trabaja en una dirección y la familia por desconocimiento de la línea de trabajo del centro escolar la entorpece o la desvía de su curso normal.
La escuela y en especial la figura del maestro pueden ser importantes a la hora de conocer cuáles son las características del aprendizaje de los jóvenes y hacia qué rumbos profesionales atendiendo a las mismas puede dirigir su futuro.
Por otra parte los padres pueden acudir a las redes de apoyo, formadas por los padres de los amigos de sus hijos quienes seguramente poseen similares preocupaciones y del diálogo conjunto pueden surgir importantes aportes colectivos destinados a la orientación de los jóvenes.
En no pocas ocasiones los padres se preocupan porque en contra de todos sus criterios los jóvenes persisten en realizar una selección profesional contra todas las opiniones vertidas por los adultos. En este caso debe dialogarse y conocer los criterios seguidos para optar por esa decisión. Si son criterios firmes, sólidos y razonablemente maduros, cabe suponer que se trata de una seria decisión; de ahí que probablemente pueda tener un éxito futuro en su desempeño si se forma en esa profesión.
Cuando la decisión acerca de la vida profesional que realizan los hijos no es apropiada, entonces la respuesta de los padres no debe dirigirse a la censura o el regaño que pueden llevar a obtener respuestas de rebeldía o inconformidad. Es más adecuado recabar ayuda profesional tanto para el joven, como para preparase como padres para ayudarles a encontrar buenas soluciones a la elección profesional.
Es preciso que la familia comprenda que se halla en una posición privilegiada en la orientación profesional de los estudiantes ya que posee la fuerza afectiva necesaria para orientarles al logro del autoconocimiento, la valoración de las propias fuerzas y posibilidades y promover la madurez necesaria para enfrentar la selección de la profesión de una manera analítica y responsable.
Es bueno que los padres conozcan que la escuela con la orientación profesional que realiza bien sea de forma integrada al currículo o de forma extradocente, contribuye en gran medida a la selección profesional de los jóvenes, sin embargo, es a estos últimos quien corresponde la máxima responsabilidad en dicha elección. En ese proceso los padres pueden brindar un fuerte apoyo individual, pues como todo proceso vinculado al crecimiento la selección de oficio y profesión puede generar crisis emocionales importantes.
Un aspecto en el cual los padres pueden brindar una ayuda importante se refiere a la identificación por parte de los hijos de sus cualidades individuales en relación con determinada profesión, dado que en ocasiones sueñan con profesiones futuras que se conoce de antemano sus habilidades, conocimientos o características personales no le permitirán alcanzar de forma exitosa. Darle apoyo emocional y ayudarle a identificar sus mejores opciones puede ser una fuente importante para la toma de decisiones importantes.
Otro elemento trascendente es la continuidad que se puede producir en la familia del trabajo de orientación iniciado en la escuela, por eso es conveniente que los padres se mantengan sistemáticamente orientados de los pasos que se dan en el centro escolar relacionados con la orientación vocacional-profesional de los hijos. En ocasiones la escuela trabaja en una dirección y la familia por desconocimiento de la línea de trabajo del centro escolar la entorpece o la desvía de su curso normal.
La escuela y en especial la figura del maestro pueden ser importantes a la hora de conocer cuáles son las características del aprendizaje de los jóvenes y hacia qué rumbos profesionales atendiendo a las mismas puede dirigir su futuro.
Por otra parte los padres pueden acudir a las redes de apoyo, formadas por los padres de los amigos de sus hijos quienes seguramente poseen similares preocupaciones y del diálogo conjunto pueden surgir importantes aportes colectivos destinados a la orientación de los jóvenes.
En no pocas ocasiones los padres se preocupan porque en contra de todos sus criterios los jóvenes persisten en realizar una selección profesional contra todas las opiniones vertidas por los adultos. En este caso debe dialogarse y conocer los criterios seguidos para optar por esa decisión. Si son criterios firmes, sólidos y razonablemente maduros, cabe suponer que se trata de una seria decisión; de ahí que probablemente pueda tener un éxito futuro en su desempeño si se forma en esa profesión.
Cuando la decisión acerca de la vida profesional que realizan los hijos no es apropiada, entonces la respuesta de los padres no debe dirigirse a la censura o el regaño que pueden llevar a obtener respuestas de rebeldía o inconformidad. Es más adecuado recabar ayuda profesional tanto para el joven, como para preparase como padres para ayudarles a encontrar buenas soluciones a la elección profesional.
Es preciso que la familia comprenda que se halla en una posición privilegiada en la orientación profesional de los estudiantes ya que posee la fuerza afectiva necesaria para orientarles al logro del autoconocimiento, la valoración de las propias fuerzas y posibilidades y promover la madurez necesaria para enfrentar la selección de la profesión de una manera analítica y responsable.
- Barahona, U. (2014). Factores determinantes del rendimiento académico de los estudiantes de la Universidad de Atacama. Estud. pedagóg. (online) vol. 40, n. 1, pp 25-39 http://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052014000100002.
-Barnetson, B. y Cutright, M. (1997) .Indicadores de desempeño como tecnologías conceptuales. Higher education, Vol. 40, No. 3, págs. 277-292
- Bravo, G. y y Vergara, M. A. (2018). Factores que determinan la elección de carrera
profesional: en estudiantes de undécimo grado de
colegios públicos y privados de Barrancabermeja. Psicoespacios, Vol 12, N. 20.
-Conde, C. (2004). La orientación vocacional y el proceso de elección de carrera. (Doctoral
dissertation, UPN-Ajusco).Tomado de http://200.23.113.51/pdf/20067.pdf
- Llerena, O. (2013). Modelo de orientación profesional para estudiantes de la modalidad semipresencial de carreras sociohumanísticas. Tesis doctoral.
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